Impacto en la Salud Mental: Una consecuencia de los riesgos psicosociales en el trabajo

Los factores de riesgo psicosociales en el trabajo afectan de distinta manera a las personas, dependiendo de su manera de interpretarlos. Sin embargo, la acumulación de reacciones negativas pueden ocasionar un trastorno mental. Conoce aquí las medidas para poder evitar este tipo de enfermedades en tu empresa.

¿Qué entendemos por trastornos de salud mental laboral? Estas son las enfermedades producidas directamente por los factores de riesgo psicosocial presentes en el ambiente de trabajo, donde se demuestre la exposición laboral como causa necesaria y suficiente, independiente de los factores personales (SUSESO, Circular 3241).

Según la Organización Mundial de la Salud, 450 millones de personas a nivel mundial padecen un trastorno de salud mental, y se estima que en los países desarrollados entre un 35% a 45% del ausentismo en el trabajo se deben a los trastornos de salud mental laboral.

En Chile, la prevalencia de trastornos depresivos en la población mayor de 15 años es de casi un 10%, con un mayor impacto en el género femenino. Los resultados de las Encuestas Nacionales de Empleo, Trabajo y Salud indican que sobre el 30% de las mujeres encuestadas refieren sintomatología de tensión emocional, cansancio y somnolencia, mal dormir, dolores de cabeza, tristeza o depresión.

Como vemos, es importante conocer los factores que afectan a los trabajadores. Aprender a prevenir  y reducir los riesgos psicosociales cuidando la salud mental de los trabajadores es clave, y nuestro Diplomado online en Salud Ocupacional te ayudará a conocer la importancia de identificar, evaluar, estudiar, prevenir y posteriormente disminuir el riesgo.

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Como vemos, detectar los factores de riesgo relacionados a enfermedades psicosociales en tu lugar de trabajo es muy importante. Para conocer las "Aplicaciones del Diplomado de Salud Ocupacional" puedes revisar el siguiente artículo para conocer más sobre este interesante tema. 

Factores que afectan la salud mental en el trabajo 

El daño a la salud que realizan los factores de riesgos psicológicos es evidenciado a través del estrés y otros trastornos de salud mental.

Es importante destacar que el estrés en sí mismo no es una enfermedad. Este corresponde a un mecanismo fisiológico normal de adaptación de los seres vivos a su entorno. En el caso de los seres humanos se agregan las reacciones psicológicas, que derivan de las percepciones e interpretaciones de las personas, basadas en su historia y en sus recursos psicológicos de contención (resiliencia).

Cuando los mecanismos de adaptación fisiológica y psicológica en el entorno laboral fallan, o se ven sobrepasados, hablamos de estrés negativo (distress) o estrés laboral. Siendo así entenderemos por estrés laboral: al conjunto de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y del comportamiento a ciertos aspectos adversos o nocivos del entorno de trabajo. Estas reacciones mencionadas se pueden clasificar en distintos mecanismos.

Las reacciones mencionadas se pueden clasificar en distintos mecanismos:

Por otro lado, un entorno laboral negativo puede causar otros problemas, tanto físicos y psíquicos. Ante esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) intenta educar a las empresas sobre estos factores, tratando de concientizar respecto a este tema:

Principales factores de riesgo

• Malas políticas de protección de la salud y seguridad.

• Prácticas poco eficientes de comunicación y gestión.

• Poca capacidad del trabajador para decidir y controlar su área de trabajo.

• Nulo apoyo hacia los trabajadores.

• Poca flexibilidad en los horarios de trabajo.

• No conocer los objetivos de la organización y poca claridad a la hora de informar sobre su área.

• Excesiva carga de trabajo.

• Presencia de acoso psicológico o actitudes de intimidación.

¿Cómo afecta el estrés laboral a la salud mental?

A diferencia de otras enfermedades profesionales, una persona no adquiere un trastorno de salud mental porque se encuentra expuesta específicamente a un solo factor de riesgo. Por el contrario, un trabajador recibe el efecto constante de distintos factores psicosociales, y estos pueden tener una incidencia negativa, neutra o positiva.

Cuando la mayor cantidad de factores tiene un efecto negativo, o existe una mayor presencia de factores de riesgos, se presenta el trastorno.

No existe una relación directa de un factor psicosocial con una patología específica, ya que las condiciones de trabajo son interpretadas de forma individual por cada persona. El impacto de cada factor depende de cada persona y el significado que le asigna a la situación que le toca vivir.

A continuación veremos formas de proteger a nuestros colaboradores de desarrollar trastornos de salud mental, protegiéndolos de los factores de riesgo identificados en el Protocolo de Vigilancia de Factores Psicosociales en el Trabajo:

• Organización y condiciones del empleo: La mejor herramienta de protección frente a este riesgo es la comunicación abierta y franca entre los niveles ejecutivos y los equipos de trabajo. La comunicación permite que todos estén informados acerca de la situación financiera de la empresa, y de cómo esta influye en la seguridad y estabilidad laboral de las personas, así como acerca de la forma en que ellos podrían contribuir a través de su trabajo.

• Trabajo activo y desarrollo de habilidades: en este caso el factor protector está en las alternativas que la empresa ofrece a las personas para avanzar en su desarrollo de carrera, así como los grados de libertad que cada persona tiene para organizar su ritmo de trabajo.

• Demandas psicológicas: en esta situación los factores protectores provienen del entrenamiento previo para fortalecer la capacidad de resiliencia y de resignificación de las situaciones de tensión emocional que genera, por ejemplo, la atención de clientes. La capacitación a través de talleres experienciales y de trabajo de grupo son algunas de las herramientas usadas para estos efectos.

• Violencia y acoso: frente a estas situaciones el factor protector principal es una cultura organizacional que no acepta ni tolera estas situaciones. En los casos de violencia, al igual que el caso anterior, el entrenamiento a través de talleres experienciales controlados (role playing) permite ir desarrollando la resiliencia de las personas para enfrentar estas situaciones. La creación de grupos de ayuda es también una herramienta protectora, que actúa a través de facilitar la identificación de casos y su sanción.

• Relaciones al interior del trabajo: el desarrollo de un nivel saludable de relaciones interpersonales es un mecanismo que los niveles directivos de las empresas pueden gestionar, a través de sus departamentos de personas. Realizar actividades grupales de relacionamiento y trabajo en equipo son herramientas en este sentido.

• Doble presencia: la cultura organizacional es el mayor factor protector en este tipo de riesgo. El reconocimiento de las demandas familiares y sociales, y la posibilidad de flexibilizar tanto los horarios laborales como los permisos son herramientas que permiten a las personas, indistintamente de su género, enfrentar de mejor forma la doble presencia.

¿Te gustaría aprender más sobre los riesgos psicosociales que pueden desarrollarse en el trabajo y cómo prevenirlos? Descarga el extracto de una clase del Diplomado en Salud Ocupacional, certificado por Mutual Capacitación, y aprende las claves para proteger la salud de tus trabajadores.

*Este texto es una extrato de la clase “Impacto de los riesgos psicosociales en la salud mental” perteneciente a la unidad nº 3 del curso Salud Ocupacional.