Características de las competencias parentales

Aunque nadie ha creado la fórmula exacta para ser buenos padres, existen algunas competencias básicas que son necesarias, y que al estar presentes aseguran el bienestar de los niños, niñas y adolescentes. Descubre en el siguiente artículo cuáles son las características del concepto de parentalidad.

¿Qué es la parentalidad?

Cuando hablamos de parentalidad nos referimos básicamente a las actividades que son realizadas por los padres y madres a la hora de cuidar y educar a sus hijos.

La parentalidad no está relacionada a la estructura o composición familiar, sino a las actitudes y la forma de relacionarse entre padres e hijos y aunque cada persona tiene una forma de interactuar y ejercer su rol dentro del seno familiar, las competencias parentales son el principal factor de protección de los NNA.

Dichas competencias favorecen ambientes de aceptación, respeto, afectividad y estimulación para un desarrollo integral durante su crecimiento.

Dentro de la parentalidad es posible distinguir dos dimensiones:

1. La biológica, que tiene que ver con la procreación.

2. La social, que tiene que ver con la existencia de capacidades para cuidar, proteger, educar y socializar a los hijos.

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Incluso cuando la mayoría de los padres y las madres probablemente pueden asumir la parentalidad adecuadamente, esto no es posible para otro grupo de NNA.

¿A qué se debe esto? A pesar de que sus padres tuvieron la capacidad de traerlos al mundo, estos no poseen necesariamente las competencias para ejercer una práctica parental apropiada.

Algunas de las situaciones donde están presentes estas incompetencias parentales son:

• Las fuentes de carencia y estrés, tales como violencia intrafamiliar, consumo de tóxicos o presencia de enfermedades mentales en uno o ambos padres.

• Contexto familiar con características desfavorables en que situaciones de pobreza, desempleo, exclusión social o inmigración pueden provocar que padres y madres que, a pesar de contar con la disposición y las competencias adecuadas para hacerse cargo de los niños, no encuentren en su entorno los elementos para poder ejercer su función parental.

• Las propias características de NNA, su vulnerabilidad y su resiliencia, las cuales se deben tener en cuenta para poder potenciar determinadas competencias parentales en los padres.

Características de la parentalidad

Desde hace un tiempo comenzó a tomar fuerza el concepto de parentalidad positiva, que consiste en una manera de ver la paternidad y la maternidad promoviendo el concepto de “Buenos Tratos en la crianza”. 

Esta forma de cuidar a los hijos es clave y utilizada en alrededor del mundo, basándose principalmente en características que pueden parecer sencillas, pero que deben ser aplicadas diariamente en la educación y crianza de los niños, teniendo en cuenta siempre la importancia de los roles parentales en la familia.

Estas características son:

• Cuidar a los niños más allá de las necesidades básicas de supervivencia

• Actuar con respeto

• Evitar a toda costa el castigo físico

• Siempre hacer partícipe al niño en su crianza

• Demostrar afecto

• Poner normas y límites

• Actuar con responsabilidad Parental

• Instaurar siempre la comunicación

Competencias parentales

La Ley 19.968 de Tribunales de Familia tiene como objetivo conocer y resolver las causas relacionadas al derecho de cuidado personal de los NNA, y los derechos y deberes del padre o madre en las relaciones familiares.

Por esta razón, el legislador destaca la importancia del derecho de los NNA a ser cuidados, más que el derecho y deber de los padres de asistirlos.

Dentro del marco legal, es posible realizar una evaluación de las competencias parentales para comprender la situación familiar, y así potenciar una parentalidad positiva que se centre, por encima de todo, en el bienestar del NNA.

Esta evaluación comprende a los padres, los hijos y al contexto social donde se desarrollan. Tanto mediadores judiciales como asistentes sociales, psicólogos, abogados y profesionales en temas familiares, deben capacitarse para ayudar a las familias que lo necesitan.

Dentro de los principales instrumentos que se utilizan para la valoración de las competencias se encuentran:

• La entrevista.

• La observación de las dinámicas familiares.

• Las pruebas psicométricas.

• El trabajo en red.

Sin embargo, la labor de los padres no termina aquí, ya que tienen la responsabilidad de mejorar su comportamiento frente a las diferentes necesidades que tengan, tanto ellos como sus hijos, en cada etapa de sus vidas.

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