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El gran desafío de las marcas es aprovechar las reglas del juego y vincularse estratégicamente con sus usuarios. La clave está en crear relaciones digitales significativas y valiosas, que generen valor tanto a las marcas como a sus usuarios hiperconectados. Para lograrlo, podemos usar las redes sociales.
Las redes sociales (RRSS) son las principales aliadas para tu éxito en el mundo del marketing y las ventas, y es por eso que hoy uno de los objetivos de toda marca es cautivar a sus clientes desde la sociedad digital.
Sin embargo, para lograrlo se debe comenzar por lo básico. Empecemos entonces por conocer la definición y las virtudes de las redes sociales.
Las redes sociales son un medio de comunicación fundamental que surge en el siglo XXI con el objetivo de conectar al mundo y las personas. Según la Real Academia Española (RAE), el concepto se define como una “plataforma digital de comunicación global que pone en contacto a un gran número de usuarios”.
Gracias a ellas se genera gran cantidad de información entre personas de todo el mundo que se interconectan a través de plataformas como Facebook, Twitter, Instagram o Youtube.
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Sin embargo, en 1997 surge Six Degrees, el primer sitio web considerado como una red social. Este permitía a los usuarios crear perfiles y conectarse con amigos en línea.
Aunque esta fue la primera red social moderna, no tuvo un gran éxito debido a que la mayoría de las personas no tenía aún acceso a internet. Fue recién en la década del 2000 cuando las redes sociales comenzaron a tener un impacto mayor en la sociedad, gracias al aumento del uso de internet y la popularidad de sitios como Facebook y MySpace.
En 2002, se lanzó Friendster, una red social que permitía que los usuarios pudieran conectarse con amigos, y amigos de amigos. Esta plataforma tuvo un gran éxito en Asia, convirtiéndose en una de las redes sociales más populares de ese momento.
Luego, en el 2003, se lanzó LinkedIn, una red social profesional que permite a los usuarios conectarse con colegas y contactos de negocios. En ese mismo año, se lanzó MySpace, una red social centrada en la música y la cultura juvenil, que se convirtió en una de las redes sociales más populares.
Pero en 2004 Mark Zuckerberg lanza Facebook, la que rápidamente se convirtió en la red social más popular del mundo. Esta comienza como una red social solo para estudiantes de Harvard, pero luego se expandió a otras universidades y, finalmente, a todo el mundo.
En los años siguientes, surgieron muchas otras redes sociales, como Twitter, Instagram, Pinterest, Snapchat y TikTok, entre otras. Todas estas plataformas han cambiado sin duda la forma en que las personas interactúan y se comunican en línea, y han tenido un gran impacto en la sociedad, la cultura en general y el marketing.
Estas plataformas entregan un sinnúmero de beneficios a través de la conexión a nivel global, dentro de los más importantes podemos señalar los siguientes:
El núcleo de las redes sociales son los mismos usuarios. Ellos dirigen su camino y las nutren de contenido relevante para la comunidad que ellos mismos construyen. Algo clave para entender a esta comunidad virtual es que no solo tiene acceso a Internet, sino que también tiempo para invertir en ella misma.
No solo permiten descubrir nuevos amigos sobre la base de intereses, sino que también permiten volver a conectarse con viejos amigos.
Permiten que el contenido publicado por un usuario se difunda a través de una red de contactos mucho más grande de lo que se pueda imaginar.
Permiten intercambiar información, fotografías, juegos, etc.
Sin duda alguna, vivir en un mundo conectado ha traído fuertes consecuencias, tanto en el estilo de vida de las personas como también en la forma en que se deben administrar y conducir los negocios en la actualidad.
Antes de este fenómeno, un buen producto promocionado a través del marketing, boca a boca o por medio de los canales de comunicación tradicionales como la televisión, la radio o el periódico eran más que suficientes para crear relaciones duraderas y lucrativas con los consumidores, pero en la actualidad, conducir un negocio que no cuente con presencia en las redes sociales se convierte en una gran desventaja competitiva.
Existen distintas maneras de usar las redes sociales como herramientas para las marcas, como por ejemplo:
Difundir noticias y enlaces sobre nuestro sector.
Difundir eventos que realicemos en nuestra vida.
Promocionar productos y servicios.
Compartir videos y fotografías de actividades.
Acercarse a las personas (interactuar con ellas).
Entregar beneficios.
Realizar encuestas.
Derivar tráfico a nuestro sitio web.
Las redes sociales son un medio donde las personas y organizaciones interactúan en comunidad y han llegado a ser más que una simple plataforma de comunicación.
En este sentido, las empresas se han visto en la necesidad de utilizar estas herramientas de comunicación social, creando planes de redes sociales que los ayuden a acercarse a sus clientes.
Un plan de manejo de RRSS exitoso ayuda a las empresas a aumentar el tráfico a sus web, el alcance de sus publicaciones y sus ventas. El dinamismo y poder de estos medios es inmenso y por esto es importante mantenerse actualizado y contar con una estrategia que se adapte a los cambios.
Además, un buen plan de RRSS otorga la posibilidad de obtener una rápida retroalimentación e información detallada de sus clientes, y esto ha cautivado a los encargados de comunicaciones y marketing de las empresas.
Por otra parte, una correcta estrategia de rrss permite a las empresas contar con una nueva manera de comunicarse con sus proveedores, socios y colaboradores. Aquí nace un seguimiento entre las propias marcas para avanzar e interactuar en materias de negocios.
Un plan de RRSS toma en cuenta los siguientes puntos:
Es clave estar al tanto de la situación actual de la empresa y también conocer la de la competencia. Además, es necesario saber la incidencia en plataformas digitales. Para esto existen herramientas que se pueden usar como encuestas, estadísticas y análisis DAFO, entre otras.
Esto nos sirve para determinar el público objetivo al que estará dirigida nuestra estrategia. Las herramientas que puden ayudar en este punto son plataformas como Google Analytics.
Una vez que hemos logrado definir el público al que dirigiremos nuestra estrategia debemos identificar aquellas redes donde tienen más actividad, además de sus intereses y comportamientos.
Es clave establecer los objetivos que deseamos alcanzar, para así definir bien las acciones necesarias para cumplirlos. Estos objetivos deben ser medibles, reales y detallados.
Los recursos y objetivos con los que contamos van a establecer el tipo de estrategia que utilizaremos. Además, los contenidos deben ser creados estratégicamente para aportar un valor diferente al de la competencia uniéndose a los objetivos de marketing en rrss.
Por lo mismo, es clave planear lo que se publicará y la frecuencia, teniendo en cuenta siempre que las redes sociales son una herramienta que nos acercan a los clientes.
Para desarrollar una correcta estrategia de contenidos se deben tener en cuenta los siguientes puntos:
Tener claro qué vamos a comunicar.
Decidir la frecuencia de las publicaciones.
Definir el mensaje que queremos transmitir.
Saber quién producirá los contenidos y cómo.
Es importante monitorear y hacer seguimiento a los intereses de la audiencia, ya que estos cambian rápidamente. Esto nos ayuda a adaptarnos y modificar el contenido y su frecuencia, acorde a las necesidades del público.
Podemos medir los resultados de la siguiente manera:
Visibilidad: Número de las personas que vieron e interactuaron con una publicación, además del número de veces que fue compartida y mostrada.
Engagement: Vínculos emocionales del consumidor con la marca. Esto se determina según las interacciones de los usuarios con nuestra publicación.
Ahora que conoces las claves para una buena gestión de rrss es hora de que te atrevas a seguir aprendiendo más sobre esta interesante área del marketing.
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