El mejoramiento continuo es una estrategia que forma parte de las grandes compañías, y sin duda es la clave para potenciar tu carrera profesional. Si quieres convertirte en un líder integral, ¡especialízate en Recursos Humanos e impulsa mejoras en los colaboradores!
El proceso de mejora continua requiere pulir las habilidades innatas y adquiridas de cada individuo para lograr los mejores resultados, tanto personales como los que necesita la compañía.
Como cualquier otro proceso, la mejora de los colaboradores nace, se desarrolla y luego es posible ponerla en práctica y evaluarla.
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Gracias a una planificación y a la conciencia global de qué es necesario mejorar es posible lograr un cambio a nivel individual y grupal. Durante el proceso de mejora, el individuo atraviesa 5 etapas:
Debes tener en cuenta que, para el éxito del proceso de mejora, el seguimiento se hace imprescindible. Este permite llevar un control sobre los avances y avalar la inversión del programa de desarrollo que involucra tiempo y recursos extra del equipo de trabajo.
Plantea nuevos desafíos para estimular el desarrollo de las competencias necesarias.
Al momento de establecer las actividades o acciones de mejora, debes contar con la participación de los colaboradores. Así evitarás que se acepte con mayor facilidad la presencia de una autoridad que decida lo que deben aprender, dándoles la posibilidad de contribuir en el proceso de su mejoramiento continuo.
Conoce algunas acciones que pueden ayudarte en el proceso de mejora continua y cada uno de sus beneficios:
– Para desarrollar habilidades y conocimientos.
– Para reforzar una habilidad/conocimiento aprendido en aula.
– Ampliar conocimientos y habilidades en su área.
– Adquirir una visión del negocio más integral.
– Modificar actitudes sobre el trabajo de los demás.
– Mejorar el trabajo en equipo.
– Preparar a un empleado nuevo para un trabajo o para asumir otras responsabilidades.
– Facilitar el desarrollo de habilidades que son difíciles de aprender en el curso diario del trabajo.
– Lograr el aprendizaje de conocimientos específicos para aplicarlo al trabajo.
– Desarrollar habilidades y brindar conocimientos en Áreas donde la empresa no proporciona entrenamiento.
– Satisfacer una necesidad prioritaria inmediata, la cual no puede cubrirse con los programas internos.
– Preparar o continuar las actividades de desarrollo formal.
– Desarrollar hábitos de trabajo.
– Modificar actitudes y moldear comportamientos mediante el ejemplo y la retroalimentación. Lograr la transferencia de los conocimientos a la práctica.
Es fundamental que cada uno de los colaboradores se comprometa con el plan de desarrollo, ya que solo así se podrá observar una mejoría en los resultados de la gestión.
Con estas acciones concretas puedes desarrollar las competencias necesarias para cada área de la organización, y conocer el valor que ellas aportan al cumplimiento de las metas globales.