Capacítate y da valor a tus proyectos utilizando la agilidad

¿Cuál es el mejor camino para crear? Probar, intentar, fallar y volver a intentarlo hasta dar con la solución, esa es la respuesta para encontrar la mejor forma de agregar valor a lo que haces. Para ello, capacítate y da valor a tus proyectos utilizando la agilidad.

La agilidad es una metodología que te permite evaluar y actuar de la mejor forma ante nuevas situaciones, procedimientos o proyectos. Por lo tanto, si has trabajado en desarrollar productos o servicios, es probable que hayas escuchado el término MVP.

El MVP, también conocido como Mínimo Producto Viable, es el punto de partida de la estrategia de aprendizaje de cualquier proyecto.

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Características de un MVP

El MVP es un producto que reúne las suficientes características para satisfacer a los clientes iniciales. Además, promueve la retroalimentación necesaria para desarrollar el producto a futuro.

Ahora bien, para desarrollar un MVP existen tres aspectos que debes tener en cuenta:

1. Valor: Es el núcleo central de la propuesta de valor de lo que quieres construir y validar.

2. Beneficios: Es lo que deseas testear, y sobre el cual se construye la hipótesis.

3. Funcionalidades: Es todo el resto.

¿Cómo debe ser un MVP? Un MVP debe estar bien desarrollado, ser útil para validar la propuesta y estar diseñado para lograr agregar mucho valor. 

Por ejemplo, el MVP de Dropbox (la multiplataforma de almacenamiento digital) se inició cuando sus fundadores querían crear una herramienta que permitiera compartir archivos en distintos dispositivos.

Para probar su idea, sin invertir mucho dinero, realizaron un video demostrativo explicando los beneficios de Dropbox y lo publicaron en internet. De esta forma, confirmaron que había muchos usuarios interesados en el producto, validando así su hipótesis.

Luego de su MVP, Dropbox tardó seis meses en salir al mercado.

Consejos para elaborar un MVP

Uno de los problemas más comunes al diseñar un MVP, es que muchas veces se altera el proceso para que se den los resultados que se desean conseguir. Otros de los errores más frecuentes son:

• Agregar mucho más de lo que se quiere testear, para que no se vea feo o malo.

• No hacer pruebas con usuarios reales.

• No validar críticas por amor al producto.

• Obsesionarse con la perfección para recibir elogios.

• Crear más de lo necesario.

Debes saber que, los MVP no son una validación ni una demostración personal, sino que sirven para aprender acerca de lo que se quiere desarrollar.

Todo buen MVP tiene que tener un objetivo y una forma de medición, por lo que debes tener en cuenta los siguientes consejos, para darle valor a tu proyecto con este:

1. Si no mides, no tienes cómo aprender, y por lo tanto, no podrás cumplir el objetivo, que es validar la propuesta.

2. Debes aceptar los comentarios, tanto negativos como positivos.

3. Hacer un test de validación, evitando crear productos prematuros y manteniendo el foco en el aprendizaje.

4. No hay necesidad de construir más de lo necesario para validar los mayores riesgos o incertezas.

5. Maximiza la tasa de aprendizaje, minimizando el tiempo de hacer cosas.

El objetivo principal de un MVP es comprobar que estás ofreciendo algo que la gente va a comprar. Aplicando la agilidad podrás desarrollar desde el comienzo tus proyectos y asegurarte de alcanzar el éxito.

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