Cómo logramos conectar al equipo de trabajo

Conectar a un equipo de trabajo y lograr una sinergia laboral es una de las preocupaciones principales de las organizaciones hoy en día. ¿Qué pasos debo seguir para lograr un objetivo común? Acá va una guía de los elementos que debes tomar en cuenta a la hora de vincular a tu equipo con una meta.

Hay muchos elementos que tienen que coexistir para que un equipo genere un vínculo de conexión. El más importante es el factor “estructural”: significa que debemos definir un objetivo común con un plan desarrollado para perseguir dicho objetivo (especificando roles y responsabilidades de cada cual).

También se debe crear un espacio para el proyecto común (y para cada colaborador) dentro de la empresa y, por último, una estructura jerárquica clara.

De la colaboración a la confianza

Es importante preocuparse de que el equipo genere lazos de confianza, para que sea capaz de comunicarse de forma efectiva, y así será mucho más fácil que resuelvan por sí mismos las dificultades y los obstáculos que pueden aparecer en el desarrollo de su trabajo.

En la experiencia de Josefina Girado, psicóloga especialista en reclutamiento y selección de talento, una buena forma de hacerlo es “a través de actividades donde el equipo interactúe fuera de sus roles diarios, a través de dinámicas que inviten a conocerse y crear lazos de confianza”. 

Para ello, “es importante contar con espacios abiertos que fomenten la colaboración entre los miembros del equipo dentro de un marco más informal. También es ideal que dispongan de tiempo para realizar reuniones o tener pequeñas conversaciones, invitando así a otros a compartir aprendizajes y conocimientos de manera rápida y fluida”.

En este sentido, resalta la psicóloga, es clave el tema de la comunicación, donde se debe procurar fomentar la transparencia en todo momento, para que puedan compartir sin miedo sus errores y de esta manera apoyarse unos a otros, evitando los secretos. En este último punto el ejemplo por parte del líder del equipo será fundamental.

Estos elementos funcionan en la manera que estén sincronizados y le hagan sentido a las personas.

“Una vez que se definen y desarrollan estos temas estructurales entramos a la ‘cancha chica’. Con esto nos referimos al desarrollo de dinámicas que buscan un mayor grado de profundidad  en las interacciones entre compañeros. Como por ejemplo, la búsqueda de complementar habilidades entre miembros del equipo, congeniar sus personalidades y equilibrar los campos de experiencia y ambiciones (profesionales y personales)”, comenta la especialista.

Generar la mejor conexión posible entre los trabajadores a través de la identificación de habilidades específicas de cada uno dependerá de muchas variables y en este proceso, puede ser clave la visión externa de un experto.

Dominar las tácticas y elementos mencionados previamente requiere de tiempo y esfuerzo, que en muchos casos, se puede lograr a través de una capacitación adaptada según las necesidades más inmediatas de la organización.

En general, se cree que un programa de capacitación sirve exclusivamente para desarrollar solo conocimientos técnicos; sin embargo, existen capacitaciones de inducción de personal que permiten desarrollar habilidades blandas y brindan herramientas afianzar la cultura organizacional de cada empresa.

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