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Tanto Kanban como Scrum ofrecen ventajas significativas para la gestión de proyectos. ¿Cuál escoger? La elección entre ambas depende en gran medida de las necesidades específicas del equipo, la naturaleza del proyecto y el entorno de trabajo.
¿Qué es mejor, Kanban o Scrum? La respuesta no es única y varía según el contexto:
Kanban: Es excelente para entornos que requieren flexibilidad y adaptación constante a cambios.
Scrum: Es ideal para proyectos que se benefician de una estructura más definida, con entregas iterativas que permiten un avance medible.
Un aspecto importante a considerar a la hora de escoger una de estas metodologías es la cultura del equipo y la organización, ya que la adopción de cualquiera de estas metodologías implica un cambio no solo en los procesos, sino también en la mentalidad.
La clave del éxito radica en la capacidad del equipo para adaptarse, colaborar y comprometerse con la mejora continua.
Originado en el sistema de producción de Toyota en la década de 1940, Kanban es una metodología ágil que mejora la eficiencia a través de la visualización del flujo de trabajo.
Su flexibilidad y sencillez han permitido su aplicación más allá de la manufactura, especialmente en el desarrollo de software y gestión de proyectos.
Kanban se basa en cuatro principios fundamentales:
Visualizar el trabajo: Mediante tableros Kanban que muestran las tareas en diferentes etapas del proceso.
Limitar el trabajo en curso (WIP): Esto ayuda a prevenir el sobre esfuerzo y asegura un flujo de trabajo constante.
Gestionar el flujo: Se busca optimizar la velocidad y eficiencia del proceso de trabajo.
Mejora continua: Kanban incentiva la evaluación constante del proceso y su ajuste para mejorar la eficacia.
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Kanban utiliza tableros y tarjetas para visualizar el trabajo y su progreso. Cada tarjeta representa una tarea y el tablero está dividido en columnas que reflejan las etapas del proceso, desde "Por hacer" hasta "Hecho".
Un tablero Kanban incluye columnas como "Por Hacer", "En Progreso" y "Hecho". Sin embargo, algunos equipos adaptan y expanden estas columnas para ajustarse a sus necesidades específicas, añadiendo por ejemplo "En Revisión" o "Bloqueado".
Scrum es otra metodología ágil focalizada en la entrega de productos de alta calidad en ciclos cortos y productivos, conocidos como Sprints.
Es especialmente valorado en el desarrollo de software por su estructura y énfasis en la colaboración, la responsabilidad y los aprendizajes continuos.
Scrum se organiza con las siguientes características:
Roles específicos: Scrum Master, Product Owner y el Equipo de Desarrollo.
Ceremonias: Como planificación del sprint, daily scrums, revisión del sprint y retrospectiva del sprint.
Artefactos: Product backlog, sprint backlog e increment.
Aunque ambos buscan optimizar el trabajo y la productividad, existen diferencias claves que los distinguen.
Mientras que Kanban se centra en mejorar el flujo de trabajo y reducir el tiempo de ciclo, Scrum se enfoca en la entrega iterativa de productos a través de Sprints.
Kanban no tiene un tiempo fijo para la entrega de tareas; se trabaja continuamente según la capacidad del equipo. Scrum, por otro lado, divide el trabajo en ciclos (sprints) de duración fija.
Scrum define roles específicos con responsabilidades claras, mientras que Kanban es más flexible en cuanto a la estructura del equipo.
Kanban permite más flexibilidad en la gestión de cambios durante el proceso de trabajo. Scrum es más rígido pero promueve la adaptabilidad entre sprints.
En el dinámico campo del desarrollo de software, la elección entre Kanban y Scrum puede marcar una gran diferencia en la eficacia con la que se manejan los proyectos.
Scrum es reconocido por su estructura bien definida, que es ideal para proyectos que tienen requisitos claros desde el inicio y plazos fijos para su entrega. Este marco de trabajo favorece un enfoque iterativo y incremental, donde el trabajo se divide en sprints que suelen durar de dos a cuatro semanas.
Al final de cada sprint, se espera tener un incremento del producto listo para ser evaluado, lo cual es especialmente útil en proyectos donde los objetivos no cambian radicalmente en el transcurso del tiempo.
Por otro lado, Kanban se destaca en entornos donde la flexibilidad y la respuesta continua a los cambios son cruciales. No está limitado por sprints fijos, lo que permite una adaptación más fluida a las modificaciones en los requisitos del proyecto.
Esto es particularmente útil en proyectos de software que pueden necesitar ajustes frecuentes, debido a la evolución de las necesidades del usuario o a la aparición de nuevos desafíos técnicos. De esta forma, Kanban facilita un flujo continuo de trabajo, donde las tareas se mueven de una etapa a otra del proceso de desarrollo tan pronto como estén listas, sin esperar a la conclusión de un sprint.
En el ámbito del marketing y la gestión de proyectos, la adaptabilidad y la capacidad de manejar múltiples tareas simultáneamente son esenciales.
Kanban es particularmente adecuado para estos entornos, ya que permite a los equipos visualizar su trabajo, limitar el trabajo en curso y ajustar el flujo de tareas sobre la marcha.
Esta metodología es excelente para equipos de marketing que necesitan gestionar una variedad de tareas de diferentes proyectos al mismo tiempo, cada una con sus propias prioridades y tiempos de entrega.
La flexibilidad de Kanban en la gestión de prioridades permite que los equipos se adapten rápidamente a los cambios, como ajustar estrategias de campaña en respuesta a las reacciones del mercado o a las preferencias cambiantes del consumidor.
En contraste, Scrum puede ser altamente efectivo para proyectos de marketing que tienen objetivos específicos y plazos claramente definidos, como el lanzamiento de una nueva campaña o la implementación de un evento importante.
La estructura de Scrum, con reuniones regulares y revisiones al final de cada sprint, asegura que todos los miembros del equipo estén alineados con los objetivos del proyecto y contribuyan eficazmente hacia su consecución. Esto es particularmente valioso cuando se trabaja bajo presión de tiempo y se necesitan resultados tangibles a corto plazo.
En resumen, ¿qué es mejor kanban o scrum? Ambas ofrecen ventajas significativas dependiendo de las características específicas del proyecto y las necesidades del equipo. La elección entre uno u otro debe basarse en la naturaleza de los requisitos del proyecto, las dinámicas del equipo y los objetivos a alcanzar.
Como ves, la elección entre estas metodologías, o su combinación, puede marcar la diferencia en el éxito de tus iniciativas. Recuerda, la agilidad no es solo una metodología; es una mentalidad.
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