¿Cuáles son los Fundamentos de la Agilidad?

Si queremos introducirnos al mundo de la “agilidad” debemos entender en qué consiste, y entender que agrupa a personas que buscan permanentemente mejores formas de crear valor en productos y servicios, priorizando a las personas y el trabajo en equipo.

¿Qué es la agilidad?

En un mundo de constantes cambios, especialmente en el ámbito de los negocios y la tecnología, para la mayoría de las organizaciones se ha vuelto fundamental gestionar proyectos de manera ágil.

De esta forma, hoy es clave tener la capacidad de responder y adaptarse rápidamente ante los cambios. Esta cualidad representa una ventaja evolutiva frente a los competidores, e incluso de ella puede depender la supervivencia de una organización en el mercado competitivo.

El manifiesto ágil establece cuatro valores:

1. Las personas y sus interacciones deben estar por sobre los procesos y herramientas. De esta forma se prioriza la confianza en los equipos y las personas que los integran, a diferencia de los modelos en cascada, que establecen la importancia de los procesos sobre las personas.

2. Lo funcional y operativo debe estar por sobre la documentación extensa. En los modelos tradicionales la documentación completa tiene tanta importancia que puede ir en desmedro de los recursos para el desarrollo del propio producto. En este caso, el trabajo debe estar enfocado en el producto.

3. La colaboración con el cliente debe estar por encima de la negociación contractual, potenciando una visión de trabajo en equipo, con intereses comunes en busca de un mejor valor para el producto o servicio.

4. La respuesta al cambio (adaptabilidad) debe estar por sobre seguimiento de un plan (visión predictiva).

Vamos al grano ¿qué significa ser ágil?

Moverse a la agilidad implica un cambio cultural. Para lograr este cambio se requiere modificar la mentalidad del equipo de trabajo, cohesionando al grupo en torno a una meta común y hacia una estructura organizacional que les entregue soporte a nuevas formas de trabajo.

Este cambio cultural debe aplicarse tanto a las personas como a la organización a la que pertenecen, propiciando los siguientes aspectos:

-La colaboración, es decir, la existencia de equipos autoorganizados y multidisciplinarios, cuyos miembros se apoyan mutuamente y aportan al equipo para lograr los objetivos trazados.

-El crecimiento, buscando nuevos propósitos mediante la reflexión y aplicando inspección-adaptación para una mejora continua.

-El profesionalismo en la mejora de competencias profesionales y excelencia técnica.

Aunque el concepto de agilidad apareció en un principio para mejorar los procesos de desarrollo de software, su ámbito no se limita solo a esta industria. En la actualidad, el uso de esta metodología se ha expandido y es implementado en diversas áreas productivas, para obtener productos y servicios en forma más eficiente.

La agilidad sin duda está conquistando diversas áreas de trabajo y pasó a ser clave a la hora de pensar los equipos y la forma de trabajo de estos.