El Control de Gestión es un aliado estratégico para medir el esfuerzo, el lugar y los movimientos que se producen en una empresa, para así analizar y manejar con mayor eficiencia los recursos. Si quieres diseñar sistemas de control eficaces, sigue leyendo y conoce sus principios.
El Control de Gestión es un método que sirve para medir el nivel en que se cumplen los objetivos planteados en tu organización y, a su vez, generar información de utilidad para tomar decisiones eficientes y oportunas.
Casi de forma obligatoria, este sistema debe estar basado en las necesidades y metas trazadas en tu organización. ¿Buscas liderar proyectos exitosos? Descarga el extracto del curso Planificación Estratégica, de nuestro Diplomado en Dirección de Proyectos, y conoce las fases de una planificación estratégica.
En palabras más sencillas, el Control de Gestión es básicamente un conjunto de acciones, funciones, medios y responsables que facilitan conocer una situación específica de la empresa, en un momento determinado. Además, facilita tomar decisiones adecuadas ante esto.
Es importante que los objetivos planteados se ajusten al entorno dinámico y cambiante de la compañía. Por lo tanto, para crear un método de control de gestión eficaz, deberás:
- Prever y establecer un pronóstico sobre el cual fijar objetivos y definir un programa de acción para concretarlos.
- Controlar, comparando lo realizado con las previsiones y poner en marcha nuevas acciones si es necesario, a fin de compensar las diferencias constatadas.
Principios del Control de Gestión
De acuerdo con los académicos españoles Martina Menguzzato y Juan José Renau, los sistemas de control deben cumplir con una serie de principios para un funcionamiento eficiente:
Por otro lado, Harold Koontz y Heinz Weihrich, establecen ciertas etapas que deben atravesar cualquier sistema de control:
- Establecimiento de estándares y puntos críticos: Permite a la administración orientarse directamente hacia indicadores que informen sobre la situación de la organización.
- Medición del desempeño: Se realiza con base en los indicadores definidos previamente, y permite medir de forma cuantitativa el comportamiento de los diversos componentes de la organización.
- Corrección de las desviaciones: Tras la comparación entre los indicadores y los resultados reales, se analizan las causas de las desviaciones y se toman medidas para corregir el comportamiento.
Finalmente, la evaluación de estos factores requiere una interacción armónica entre los objetivos, la estrategia y los indicadores. Ten en cuenta cada uno de estos principios para diseñar Sistemas de Control de Gestión alineados con la estrategia y el logro de objetivos de tu organización.
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