¿Puede un buen liderazgo acabar con los conflictos de una organización?

Es un hecho que los conflictos en una empresa nunca dejarán de existir. Por ello, debiésemos tomarlos más como desafíos que como problemas o limitaciones. La labor de un buen liderazgo es anteponerse a ellos y buscarles una solución.

Los conflictos no son ajenos a las organizaciones, aún cuando estas son exitosas, pueden existir un sin fin de problemas. Generalmente los conflictos surgen de la tensión laboral, de las diferentes circunstancias personales y profesionales de cada colaborador o incluso por factores externos. En algunos casos, los conflictos surgen por falta de comunicación, orden o incluso por criterios diferentes al momento de abordar una tarea.

Es común que existan conflictos a los cuales no alcanzamos a anteponernos o que no veíamos venir; sin embargo, una vez desarrollado un problema,  no se puede dejar sin resolver, porque podría aumentar su gravedad y convertirse en algo destructivo para el equipo.

¿Cuáles son las consecuencias de los conflictos?

• Causan un desperdicio de energía que podría emplearse en otras actividades.
• Desmotivan a los miembros del equipo y la organización.
• Enfrentan a grupos de colaboradores y destruyen la cooperación.
• Pueden provocar un comportamiento irresponsable o lamentable.
• Hacen más lenta y difícil la toma de decisiones.

¿Cómo actuar frente a un conflicto?

Una organización con visión de futuro debería tener un protocolo para abordar los posibles conflictos que puedan presentarse en las diferentes áreas en que se desempeña. Sin embargo, lo más común es que se actúe después de que el conflicto se desarrolla, y en estos casos, es importante tomar notar y usar esa experiencia para que no vuelva ocurrir.

Para esto, los líderes de cada área son importantes, pues no solo deben tener un rol conciliador, sino que también, deben contar con la visión  suficiente para presentar soluciones efectivas.

En resumen, un buen liderazgo puede abordar los conflictos a medida que van surgiendo en la organización. Pero un mejor liderazgo puede incluso prevenir los conflictos antes de que ocurran basándose en su experiencia y las herramientas que ha adquirido con ella.

A continuación te dejamos algunos pasos para abordar y resolver conflictos en la organización:

1. Intervenir a tiempo: si el líder detecta que un conflicto puede ocurrir debe intentar abordarlo lo antes posible.

2. Conocer a tus colaboradores: si no sabemos la capacidad de nuestros colaboradores, los conflictos pueden surgir por un mal manejo de las labores delegándolas al  personal inadecuado.

3. Respetar las diferencias: dicen que "en la variedad está el gusto". Esto aplica para el entorno laboral; si un colaborador tiene una forma de ser o un punto de vista distinto, el líder debe respetar su posición e intentar complementarla con las del resto. El respeto y la empatía juegan un papel importante a la hora de dar soluciones y buscar mejoras.

4. Ver la oportunidad: dentro de cada problema hay una inmensa oportunidad de enseñanza y aprendizaje, solo hay que encontrarla. En los desacuerdos surge un potencial para el crecimiento y el desarrollo personal y laboral. Los conflictos son una ocasión para formar equipos de alto desempeño y desarrollar liderazgos excepcionales.

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